En El Cielo...
Si hablamos de un desierto es casi imposible que no se nos venga a la mente el Sahara en Egipto, con sus pirámides, y hombres con túnicas y turbantes montando sobre camellos por sus infinitas dunas. Pero ¿que pasaría si esta arena caliente y amarillenta la cambiásemos por húmedas partículas de sal cristalina y achatásemos las dunas formando una planicie horizontal perfecta?
El resultado seria seguramente algo un tanto difícil de imaginar, algo completamente intrigante que llevaría a nuestra imaginación al total desconcierto. Pero sin dudas es mucho mayor la confusión al dejar de imaginar para estar concretamente parado en el medio del desierto de sal más grande del mundo.
Con más de 12.000 km² y una llanura perfecta es imposible no sentirse disminuido ante semejante grandeza. La fina capa de agua depositada sobre la superficie en la temporada de lluvias forma un espejo natural que refleja el cielo de una manera exacta. Observas a tu alrededor y aun esforzando la vista se hace muy difícil encontrar el horizonte. Intentas con tu mirada abarcar todo, aunque todo es igual, todo es blanco, todo es cielo. De repente miras el suelo y te ves parado sobre una nube, la cual parece invitarte a caminar entre algodonosas formas. Los paisajes casi abstractos que se forman parecen ser pintados sobre una de sus partes, doblando el lienzo a la mitad para que se copie la otra en forma de espejo. Paisajes mudos y enceguecedores, infinito monologo de sal que impacta y confunde, que enamora y entristece, que tranquiliza y desespera.
2 Comentários:
Impresionante !!!!
El Salar de Uyuni definitivamente impresiona muy bueno, Garci
Impresionante... me quedo boquiabierta.....
Mar.
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