31 de diciembre de 2009

Entre Amigos...

Generalmente los días tienen 24hs, y cualquiera me dirá “porque generalmente?”. Simplemente porque cuando uno viaja y los horarios entre países son diferentes, los días suelen acortarse o alargarse dependiendo el huso horario. De esta manera debido a las dos horas de diferencia entre Perú y Chile, mi primer día en el país trasandino tuvo 22hs. Entraba ya en la recta final del viaje, en la yapa, ya que Chile entro en los planes solo por una cuestión de escalas del vuelo de vuelta desde Lima, pero no por eso generaba menos expectativas.

Así sin dormir prácticamente nada en el avión, llegue a Santiago y con apenas una fotocopia de un mapa de la ciudad, salí a recorrer sus calles. Empezando por la Av. O’Higgins, pasando por la Casa de la Moneda (sede del Presidente), peatonales y mercados llegue a la plaza de armas. Una vez mas muy prolija, con grandes palmeras e históricos edificios a su alrededor. La Catedral, la central del correo, y el famoso museo de Bellas Artes son algunas de las construcciones erguidas en los alrededores de la plaza. A pocas cuadras atravesando el bonito Parque Forestal, se encuentra el Cerro San Cristóbal, desde el cual se tienen las mejores panorámicas de la ciudad. Subiendo por un funicular y dejando de lado el zoológico de Santiago, se llega a la cima del cerro donde uno de los principales símbolos de la ciudad, una estatua de la Virgen María parece darle su protección a la capital chilena. Desde aquí se puede apreciar la magnitud de Santiago, como así también el alto nivel de contaminación del aire que hay en toda gran ciudad. El smog sobre los edificios hace la visión bastante nublada y no nos impide ver el horizonte a lo lejos.SANTIAGO PANORAMICA

Baje del cerro y volví al hostel. Era la primera vez que sentía verdadero cansancio. El fervor del viaje me hizo olvidar casi todos los días de esta sensación y jamás sentí la necesidad de descansar como ese día en Santiago. Quizás el sentir que todos los grandes objetivos del viaje estaban cumplidos me hizo volver a la realidad y perder un poco la adrenalina del día a día. Todo el cansancio acumulado de 30 días viajando se desplomo en un sueño de casi 15hs ininterrumpidas que me llevaron, ya con las fuerzas renovadas, nuevamente a un micro con destino a Viña del Mar.

Viña es una ciudad costera por excelencia, así como Mar del Plata y Punta del Este sobre el Atlántico, Viña del Mar lo es sobre el Pacifico. Con mucha vida nocturna, playas, casinos, restaurantes, es la ciudad elegida para las vacaciones de cientos de chilenos y argentinos cercanos a la cordillera. Contrario a la mayoría, yo no me hospedaba en un cinco estrellas, pero mi hostel tenia algo que lo hacia especial y mejor que cualquiera; muy buena gente. Ahí conocí a Xime y Vivi, dos amigas de Santiago; Danny, un ingles que estaba dando la vuelta al mundo; Taylor, un americano con síntomas de escritor; Rachel, una canadiense que estudiaba en Buenos Aires, y Gaby y Damian, dos primos argentinos de vacaciones en Chile. Con ellos pasamos momentos muy buenos tanto en el hostel como afuera de el. Xime y Vivi nos llevaron en su camioneta a conocer la noche de Valparaíso y de Viña; intercambios de libros con Taylor y de anécdotas del mundo con Danny; y con Damian y Gaby hasta nos dimos el gusto de anotarnos en un campeonato de futbol de playa junto con dos heladeros que trabajaban por la costa. Por esa misma costa que una tarde me encontré a Elvis Jr. Este mítico personaje conocido por muchos chilenos y hasta famoso en youtube, es un indigente que anda por las calles con su carro, y con su batería improvisada con tachos ollas y algún que otro platillo, nos ofrece sus excéntricas versiones de Elvis a cambio de alguna que otra moneda.ENTRE AMIGOS

No se si Viña del Mar lo tiene todo o no. No se si tiene la mejor noche o las mejores playas, pero sin dudas tuvo la unión de un grupo de gente en un determinado momento y un determinado lugar que me hizo pasar unos días increíbles repletos de amistad viajera; esa amistad que solo se da en un hostel…


20 de diciembre de 2009

Atardecer Pacífico

Después de 26 días de viaje caracterizados por la aventura y la improvisación en terrenos de montaña y altiplano, llegaba el momento de bajar nuevamente al nivel del mar y tomarse un descanso en las costas del Océano Pacifico. Lima, una ciudad libertada por nuestro compatriota don José de San Martín, supo ser en el pasado el mayor puerto del continente sobre las costas occidentales; el Callao, y hoy es la quinta ciudad mas poblada de America Latina.

Debido a recomendaciones sobre la inseguridad en algunas zonas, algo que es normal en toda metrópoli y más aun en Sudamérica, me aloje en el barrio de Miraflores, a unas diez cuadras del mar, en una de las zonas más bonitas de la ciudad. Con sus calles prolijas y sus plazas cuidadas, sus edificios modernos y su costanera demarcada con palmeras, Miraflores es bella por donde se la mire. Este barrio bohemio, como así también sus vecinos Barranco, San Isidro y Chorrillos, se caracterizan por su vida nocturna, con muchos bares y restaurantes y por ser de alguna manera el centro de finanzas del país, con las centrales de los bancos más importantes del Perú. Para conocer un poco todo esto no tenía más que salir a la calle y recorrer las arterias de la ciudad totalmente a mi gusto.PLAZA DE ARMAS El primer día decidí ir al centro histórico. Así fue como tome un bus, muy similar a los de La Paz solo que estos tenían colores que los diferenciaban y en sus lados los nombres de las calles que este recorría. En poco mas de media hora y luego de caminar algunas cuadras desde donde me dejo el colectivo, llegue a la Plaza de Armas y una vez mas con un poco de vergüenza y porque no de envidia, vi como la prolijidad y el orden eran muy superiores al de mi país. Aquí el pasto es pasto, y no tierra debido a que todo el mundo le camina por encima; los bancos los usa la gente para descansar, leer, o charlar y no ex combatientes para armar sus carpas; no esta Castells en huelga de hambre tirado sobre colchones, ni hay vallados dividiendo la plaza quien sabe porque. Aquí se realiza el cambio de guardia en la casa de gobierno y todo el mundo con sus cámaras se acerca para ver el prolijo acto, cuando en Buenos Aires los granaderos deben esquivar el vallado que hace mas de cinco años divide la plaza en dos, para recién poder izar la albiceleste en el mástil de la plaza. Me da tanta pena que quien visite Argentina vea esto… seguramente piensen que estamos en guerra civil o algo por el estilo… pero nos creemos superiores, y es en estas pequeñas cosas donde se hace la diferencia y en nuestro caso siempre terminamos redondeando hacia abajo.

Al día siguiente preferí definitivamente tomar un descanso en las playas de Pacifico. Aunque el descanso no se si fuel tal… Las costas de Lima forman desde San Isidro, pasando por Miraflores, Barranco y hasta Chorrillos una especie de bahía de unos 15km de longitud. Según me habían dicho los propios limeños, mientras mas nos acercábamos al Chorrillos, las playas eran aun mejores, y así fue que caminando por la costa llegue casi a la punta de la bahía. El sol sobre mi cabeza estaba fuertísimo, y las ojotas casi se pegaban al asfalto caliente de las calles de la costanera. En una de las ultimas playas de Barranco decidí parar para refrescarme y descansar un poco en la arena, y así luego de algún que otro choclo con manteca comenzar a retornar hacia Miraflores.ATARDECER PACIFICOLlegando a la avenida Larco, sobre la cual estaba el hostel, había un centro comercial con cines, locales de venta y patios de comida. Pase algún tiempo recorriéndolo y cuando me disponía a volver ya para preparar mis cosas para ir al aeropuerto me di cuenta que nunca había visto un atardecer en el mar. Muchas veces había visto amanecer en las costas del Atlántico, pero nunca un atardecer. Así fue que desde la costa, sobre algunas rocas de un espigón, tome mi cámara y me dispuse a esperar por casi una hora como el sol se despedía de mí, y como yo me despedía del Perú. Un país que desde sus costas hasta sus montañas, con su enorme cultura y su riqueza arqueológica, y con la amabilidad de toda su gente me hicieron pasar unos días increíbles, repletos de anécdotas y enseñanzas que me acompañarán por siempre, como este atardecer pacifico, el cual quedara mucho tiempo en mi mente.


5 de diciembre de 2009

Recompensa Inca

Había llegado el día, era el momento en el cual la distancia entre el motivo principal del viaje y yo comenzaba a recortarse para en cuatro días desaparecer por completo y ubicarme en el corazón del Imperio Inca. Era inminente mi ascenso a Machu Picchu, aunque la caminata en las alturas de las tierras sagradas incas no serían de lo más simple, pero sin dudas le darían un sabor diferente al arribo a la ciudadela…

DIA 1 (12km – 5hs)

Luego de una pasada por Ollantaytambo el bus nos deposita en el Km. 82; punto de partida del Camino Inca. Un puente colgante nos cruza por sobre el Río Urubamba y hace de portal hacia la aventura que apenas estaba en sus primeras horas. El camino que poco a poco se adentra en la inmensa vegetación y la llovizna sobre nosotros hacen que la humedad sea excesiva. El fuerte estruendor del Urubamba, el cual no esta a nuestra vista, nos hace notar que nos acompaña desde cerca y el peso de la mochila sobre nuestras espaldas nos hacen recordar que no las olvidamos en Cusco.KM 82 El camino es increíble, rodeado de montañas, con muchísimos puentes y ruinas que quedan a nuestros lados. Por momentos la lluvia es incesante, grandes cantidades caen desde el cielo y hacen valer la compra de un poncho impermeable en Villazon, aunque el miedo a que se me moje la mochila y mas que nada la bolsa de dormir, no ceso hasta llegar a Wayllabamba (1er campamento), y constatar que todas mis cosas estaban intacta. No hubiese sido nada bueno aguantar toda la noche con la bolsa húmeda, y menos pensando que quedaban aun dos mas por delante. Así luego de cenar una riquísima trucha, cada uno a su carpa para pasar la primer noche dentro del corazón del imperio.

DIA 2 (12km – 7hs)

Que te despierten con un té en la cama suena lindo, pero si son las 5:30am, el té es de coca, la cama no es mas que una bolsa de dormir sobre un finísimo aislante adentro de una carpa y el que te alcanza la infusión no es justamente el mas agraciado del barrio, el despertar deja de ser tan ameno. Rápidamente cada uno debe vestirse, en mi caso con zapatillas mojadas, y remera húmeda, acomodar sus cosas y salir lo antes posible de la carpa para desayunar y comenzar la caminata.

Té, café o cacao, yogurt, cereales, granola, panqueques, tostadas… todo muy completo; nos estaban preparando para una mañana complicada. Un ascenso de 1200mts en apenas unos 9km en el cual sufriríamos hasta el último centímetro. El terreno imperfecto, escalones de piedras muy altos, y un calor insoportable hacían el camino tortuoso. Salimos de un bosque y luego de rodear un cerro vemos el final de la pendiente.SUBIENDOEl abra Warmiwañuscca a 4200 m.s.n.m. parecía inalcanzable. Ahí me di cuenta que es mejor no ver la meta sino hasta llegar a ella. La cabeza de uno inconcientemente quiere acortar tiempos, distancias, quiere estar ya mismo allí, sin embargo esto no hace mas que alejarnos de ella, que hacernos mas difícil el trayecto.

Creo que la última hora la utilice para subir no más de 200 escalones. Imagínense en sus casas, para subir de un piso a otro serán alrededor de 18, 20, cuanto creen que tardarían para subirla 10 o 12 veces? Una hora? Imposible… pero al fin llegue. 1200mts subiendo desde los 3000 m.s.n.m. de Wayllabamba. Desde allí solo quedaba el descenso, que por fácil que parecía maltrataba bastante mis rodillas que ya bastante mal andan…

Por suerte el arrancar la mañana tan temprano hizo que no lleguemos demasiado tarde y podamos descansar desde temprano, esta vez con el sonido de las gotas sobre la carpa, de una noche lluviosa que casi musicalmente me acompañarían hasta el siguiente día.

DIA 3 (16km – 9hs)

Ya no era tan malo el “té despertador”, hasta casi lo sentía necesario para arrancar el día. Otra vez 5:30am todos arriba, desayunar y ponernos en marcha, y aunque el tramo mas duro ya había pasado, nos esperaba el trayecto mas largo: 16km. Desde la noche anterior la lluvia nos seguía de cerca, aunque nos refrescaba del intenso calor del Enero Inca. El camino continuaba en subida, aunque luego de dos horas comenzaría a descender suavemente hasta llegar a Puyupatamarca, desde donde por primera vez identificamos la montaña Machu Picchu (montaña vieja) y por detrás vemos asomarse el pico de granito del Wayna Picchu (montaña joven). Oculto entre estos macizos montañosos estaba nuestro objetivo, la ciudadela inca de Machu Picchu. Parecía tan cerca, y sin embargo nos quedaba bastante por recorrer. Sobre la montaña Machu Picchu, Mario, uno de nuestros guías nos muestra una línea que la rodea. “Por allí estaremos en unas 3 horas”, era el mismo Camino Inca el cual rodea este macizo por una de sus laderas para introducirse en la ciudadela.UN MINUTO DE PAZEl camino comienza a bajar con pendientes mas pronunciadas y el paisaje poco a poco se torna increíble. La vegetación es abundante y como si de una selva se tratase, cuelgan lianas de las copas de los árboles más altos, los cuales tienen sus troncos cubiertos de una especie de verdín intenso que no nos deja ver su corteza marrón. Todo es verde, grandes plantas con hojas gigantescas, arbustos, pasto; hasta las piedras en el camino están impregnadas de moho verdoso bastante resbaladizo. Así luego de atravesar unas tres o cuatro ruinas de un tamaño considerable, llegamos a Wiñaywaina, nuestro ultimo refugio antes del gran día. El ultimo refugio que una vez mas con lluvia nocturna nos haría pasar una noche demasiado corta y de poco descanso.

DIA 4 (6km – 2hs)

La anterior era la ultima noche, y aprovechando que en el refugio vendían cervezas, no dejamos pasar la oportunidad de destapar algunas Cusqueñas y quedarnos charlando hasta tarde, no pensábamos que la mañana siguiente el “te despertador” llegaría dos horas antes de lo normal…

Exactamente a las 3:30am en una oscuridad absoluta y una lluvia un bastante intensa, la linterna y el poncho era lo único que me salvaría. Los porteadores, quienes cargan con las carpas, comida y además se encargan de cocinar y del arme y desarme de las tiendas, deben irse lo antes posible para alcanzar el tren que los devuelve a Ollantaytambo, por lo que mas de uno quedo con la carpa sobre su cabeza. En 5 minutos todo estaba desarmado, y quien no estaba listo, lamentablemente debería estarlo. Un desayuno rápido y comenzar a caminar, esta vez a oscuras, tanteando el hombro del de adelante y pisando mas charcos que tierra firme llegamos al ultimo puesto de control y luego de dos horas como por arte de magia; el Inti Punku. Desde allí aparecen las primeras imágenes de la ciudadela. Digamos que las nubes bajas y la lluvia nos dejaban ver poco, pero sabíamos que ahí estaba. Sabíamos que habíamos llegado.PLAZA CENTRALEn algunos minutos más ingresaríamos ya por fin a Machu Picchu, aunque no les voy a mentir… todos estaban muy contentos, pero yo no. El clima estaba horrendo, casi no veíamos nada, era todo nube y mi impotencia era infinita. Tanto sacrificio y sufrimiento parecía no tener sentido. Así, un tanto enojado deje al grupo, sin importarme que pasara con mi pasaje de tren de retorno -el que tenían los guías-, y me fui a subir al Wayna Picchu. Este macizo de granito parece casi imposible de ser abordado cuando lo observamos desde su base, pero luego de casi una hora, allí estaba, en la cima del Wayna, y fue justo en ese momento cuando el cielo se abrió por completo y el sol emergió entre las nubes para dejarme una visión perfecta de todo el entorno. Fue recién ahí cuando me sentí realizado. Sabía que todo esfuerzo debería recibir su gratificación, y valla si lo recibió.

La vista desde el Wayna era increíble; la ciudadela en forma de cóndor a nuestros pies parece tan diminuta, sin embargo su grandeza es imponente. Pareciera ser parte de la montaña misma desde sus primeras horas de concebida, como si hubiesen crecido juntas, la ciudad, y su entorno.

Baje del Wayna, crucé las ruinas y volví a subir al otro lado; el lado por el cual habíamos entrado en la mañana. Mi cuerpo decía basta, estaba agotadísimo, pero mi cabeza hizo que me olvidase de todo. Me queje del mal clima y el clima cambio, ahora debería hacerlo valer y no podía irme de ahí sin contemplar la ciudadela desde donde siempre la vi por fotos. Así fui el único del grupo que volvió al otro lado, por lo tanto el único con la foto de Machu Picchu con su custodio el Wayna a sus espaldas.MACHU PICCHUDe esta forma, ya lleno de tanta recompensa y tanto regocijo baje a Aguas Calientes, la población más cercana a las ruinas y casi sin importarme los días que quedaban por recorrer en mi viaje, regrese a Cusco sintiéndome completamente realizado…


8 de noviembre de 2009

Sobrevolando Historia

Amanecer sobre un micro es cosa normal en viajes de este tipo, más aun cuando aprovechamos el viajar de noche no solo para hacer mas corto el viaje, sino también para ahorrar una noche de hospedaje. De esta manera llegue a Nazca con la intención de conocer sus famosas líneas; gigantescos dibujos tallados en la tierra, los cuales solo pueden ser vistos desde el aire.

Rápidamente reconocí a Luis, con quien debía encontrarme para luego realizar el sobrevuelo a las líneas. Gordo, de tez oscura, pelo blanco totalmente canoso y varias arrugas que denotaban su elevada edad; Luis era un peruano nacido en Nazca, sobreviviente de mas de un terremoto y no muy hablador. Su auto; un Dodge Coronet azul modelo ’76, el típico auto americano de películas de gángsters, con un gran baúl digno de ser ocupado por algún que otro cadáver en algún secuestro bien yankee. En pocos minutos arribamos a Aeroparacas, el aeródromo de Nazca. Era muy temprano y las nubes un poco bajas imposibilitaban que realicemos el sobrevuelo, al menos hasta que estas suban y nos dejen el cielo un poco mas abierto. Aproveche para dormir algo. Entre algunos bolsos me hice lugar y pude descansar un poco, ya que venia de dos días en el Colca y el cansancio se hacia notar.CESSNAAproximadamente a las 10:00 hs. llego Antony, mi piloto, y luego de explicarme que todo estaba en condiciones para volar, me invito a subir al Cessna. Así fue que me acomode en una de las plazas delanteras al lado del piloto, para que luego de unos instantes las hélices de la avioneta comenzaran a girar. Viendo el interior del aeronave, un tanto antigua y precaria, la sensación de confianza al medio mecánico no era mucha, pero al vencer la gravedad y estar ya en el aire, el avión se comporto de maravillas. En casi 40 minutos de vuelo Antony nos mostró más de 10 formas gigantescas de una precisión exacta. El mono, el colibrí, la araña, el perro, las manos, son algunos de los dibujos zoomorfos claramente delineados sobre el terreno, pero unos triángulos isósceles de una perfección casi milimétrica fueron las formas que mas me impactaron, tanto por su tamaño como por su perfección, como así también líneas sueltas, algunas de mas de 5 Km. de largo y alineadas con una exactitud que hoy no vemos siquiera en las líneas que demarcan una ruta.

El terreno sobre el cual están talladas las Líneas de Nazca es un desierto con un suelo de una consistencia rocosa que hace que este no se erosione fácilmente. Allí, la civilización Nazca trazo estas líneas que entre varias creencias, se cree que fueron hechas para sus dioses; los astros, ya que solo desde el cielo podrían haber sido apreciadas. Lo más increíble es como sin tener una visión amplia de las tallas y sin tecnología alguna más que picos, martillos y cinceles, realizaron dibujos de una magnitud impresionante y una exactitud geométrica que uno cree que solo puede ser digna de un plano arquitectónico o ingenieril.EL COLIBRIAterrizamos nuevamente en Aeroparacas, imaginando el tiempo que pudo haberles llevado a los Nazca realizar semejantes obras, la cantidad de cálculos y mediciones que habrán hecho y el volumen de gente que habrán involucrado en la realización de estos dibujos y piensa que el fin con el que fueron concebidos sin duda debió de haber sido importante y magnifico. Sin embargo es el día de hoy que no se sabe con exactitud el porque de tanto esfuerzo en los Nazca, una mas de las miles de grandiosas civilizaciones que en algún momento habitaron nuestro planeta.


1 de noviembre de 2009

Entre Valles y Cóndores

Decidirme a hacer el Camino Inca no fue nada fácil. En realidad la decisión estaba, y también las ganas, después de que muchos viajeros me dijeran que era algo que no debería dejar de hacer, pero mi dificultad para elegir era otra. Mi compañero de viaje no quería hacer lo mismo que yo, no quería caminar cuatro días por la montaña, sino que prefería llegar a Machu Picchu en tren. Esto significaba que deberíamos separarnos, al menos por un tiempo considerable. A esto lo veía como un abandono, como un acto egoísta, pero fue el mismo Marcelo quien con dos o tres palabras me simplifico las dudas. “No sabes si vas a volver acá, hacelo, no te quedes con las ganas, viajas por placer y no deberías obligarte a hacer algo que no quieras, y menos a dejar de hacer algo que queres…”

Con esas pocas palabras me convenció, me di cuenta de que no estaba “abandonando” al compañero, sino dejándolo ser, dejándolo construir su propio camino. De esta forma saque mi ticket para el Camino Inca, pero aun quedaba un detalle por solucionar… No había lugar en ningún grupo sino hasta dentro de seis días, por lo tanto el tema era: que hacer esos seis días. Allí fue cuando recordando lugares que había visto mientras preparaba mi itinerario, pensé en Arequipa y el Cañón del Colca. El tiempo me alcanzaba, y hasta me sobraba para a la vuelta pasar por Nazca y sobrevolar sus líneas. Así fue que esa misma noche tome un bus hacia la segunda ciudad mas poblada del Perú. AREQUIPAA la mañana siguiente amanecí en Arequipa, y ese mismo día partimos en un grupo de unas 10 personas hacia el Valle del Colca y su Cañón; serian dos días entre verdes paisajes del sur peruano. Luego de aproximadamente una hora, el bus ya alejado de la urbe arequipeña comenzaba a realizar su ascenso hacia el Mirador de los Andes a casi 5000 m.s.n.m. Los paisajes del valle comenzaban a hacerse notar, como así también el frío debido a la altura, altura que nos mezclaba entre las nubes dejándonos por momentos la visión prácticamente nula. Así llegamos a Chivay, un pequeño pueblo donde pasaríamos la noche.

Chivay esta rodeada de volcanes, por lo que de sus tierras emergen aguas termales, las cuales no fueron desaprovechadas por nosotros. A pesar de que hacia bastante frío, todos nos remojamos en sus piletas naturalmente climatizadas, para luego ir a cenar a un pequeño restaurante de comida típica, donde también disfrutamos de bailes folklóricos de la zona.

Luego de la cena, con dos chicas australianas decidimos ir a tomar algo a algún bar. Las calles del pueblo no tenían luces, y con linternas lo recorrimos casi completo para encontrar uno. Así cuando estábamos a punto de rendirnos leímos un pequeño letrero enfrente de la Iglesia: Mc Elroy’s. Entre unos piscos y varias contiendas de pool se paso la noche y cada uno volvió a su hotel. Nos esperaba un largo trayecto hasta alcanzar el Cañón del Colca.

Nos despertaron a las 5:00 am. y luego del desayuno comenzaba nuestro nuevo ascenso; ahora hacia la Cruz del Cóndor. Es en este tramo donde todo el esplendor del Valle del Colca se hace presente. Los infinitos tonos verdes fértiles de las terrazas de cultivo dan al paisaje una sensación de estar cubierto por un mantel escocés de dimensiones inmensurables. El río encajonado entre paredes traza líneas dignas de un Picasso y las montañas rocosas que rodean el valle hacen de muro divisorio entre el Colca y “lo demás”. Y digo “lo demás” porque el lugar es increíble, y por momentos hace olvidar que existe algo detrás de las montañas. El paisaje parece haber sido preparado, maquillado para que uno con su cámara de fotos se limite a disparar sin importar el encuadre.PAISAJE DEL COLCADe esta manera, casi sin darnos cuenta llegamos a la Cruz del Cóndor, el mirador mas elevado del Cañón del Colca. Desde ese punto son 1.200 mts. de profundidad hasta el agua y unos 2.200 mts. hasta el pico mas alto, lo que le da al cañón una altura total de 3.400 mts. convirtiéndolo en el más profundo del planeta. El vértigo que da mirar hacia el río es mucho y hasta se hace difícil divisar el agua a tanta profundidad. A lo lejos algunos cóndores se adueñan del paisaje y hacen de las paredes del cañón su propia casa. Así entre valles y cóndores pasaron mis dos días en el sudoeste peruano, mis primeros días viajando solo, mis primeros días de un nuevo viaje, dentro de un viaje.

24 de octubre de 2009

El Ombligo Del Mundo

Cuando los Incas llamaron Cusco a la capital de su imperio no se equivocaron en lo mas mínimo. En Quechua (idioma de los incas) “cusco” significa ombligo, y ombligo significaba el centro de toda vida. Así Cusco era el centro de todo para ellos y hoy es sin dudas el centro de Latinoamérica. Es el paso obligado para todo viajero que emprenda cualquier tipo de viaje por el sur del continente. En su hermosa Plaza de Armas es fácil cruzarse con personas de todas razas y nacionalidades. Todos en armonía, disfrutando de la tranquila vida de la ciudad. Una ciudad rodeada por infinidad de templos y ruinas arqueológicas de todo tipo. Una ciudad que lo tiene todo. CUSCORecorrer la capital incaica nos lleva a visitar innumerables iglesias, mercados de artesanías y tejidos, templos, conventos, pero todo siempre tiene su comienzo en el verdadero ombligo; la Plaza de Armas. Centro de reuniones de todo viajero, rodeada de restaurantes, agencias de turismo, hoteles y albergues, es el punto de partida de toda excursión y recorrido turístico de la ciudad y sus alrededores.

Si de ruinas arqueológicas se trata, aparte de la más conocida, Machu Picchu, hay cientos rodeando la ciudad. Las mas importantes están dentro del denominado Valle Sagrado, donde encontramos la perfección de las terrazas de cultivo de Pisaq, y su hermoso mercado, la historia viva en Ollantaytambo y los atractivos mercados de Chinchero entre otros, como así también fuera del Valle, la inmensa fortaleza ceremonial de Sacsayhuaman, con sus muros con rocas de hasta 9 metros de altura y un peso de 350 toneladas. PISAQDentro de la ciudad abundan los museos, donde bajo mi punto de vista el mas atractivo es el Qorikancha. Sobre este templo los españoles construyeron el actual Convento de Santo Domingo, por lo que hoy en día se ven en conjunto ambos estilos arquitectónicos, en una armonía muy particular. Aunque cabe destacar que la perfección de las construcciones precolombinas de los incas jamás fueron superadas por los europeos, quedando esto a la vista cuando en 1650 un terremoto que azoto la ciudad destruyo prácticamente por completo los muros del convento, dejando en pie solo los del Qorikancha, construidos con una inclinación antisísmica de 7 grados.

Pero si tanto templo y museo llega a aburrirnos, el rafting por los rápidos del río Urubamba sin dudas nos devolverá la adrenalina a la sangre. Son casi 2 hs y media para finalizar en un refugio al costado del río donde luego de una sesión de sauna, un rico almuerzo típico peruano se encargara de devolvernos las energías gastadas en el bote. FORWARDSY si dije que Cusco lo tiene todo, es porque también tiene noche. Alrededor de la Plaza hay varios bares, todos muy diferentes pero con la misma cualidad; la diversión y la diversidad de culturas encontradas. Midnight, Extrem, Up Town, Mythology, Mama África, son algunas de las discos que ofrece la noche de Cusco, donde cada una tiene su encanto, desde la cumbia, el cuarteto y el fernet de Up Town, la música electrónica en Extrem y la diversidad tanto musical como étnica de Mythology y Mama África. Este ultimo, al cual bautice como “Zoológico Humano”, esta decorado con formas animales, donde la barra es una serpiente, las columnas cuellos de jirafas y cabezas de leones y cebras saliendo de las paredes nos hacen sentir en un verdadero zoológico. Y porque lo de “humano”? Simplemente porque si en un zoológico viven en armonía cientos de especies, aquí conviven, se divierten y se relacionan cientos de razas pero humanas. Suecos, Peruanos, Argentinos, Indios, Franceses, Alemanes, Americanos, Españoles, todas las nacionalidades en un mismo lugar.

Así nunca se termina de recorrer y conocer Cusco, de la misma manera que no terminaría nunca de enumerar la infinidad de atractivos y actividades que nos tiene esta ciudad que bien merecido tiene su apodo: El Ombligo Del Mundo.


4 de octubre de 2009

Salir a Flote

Ingresar al Perú no solo significaba cruzar una simple frontera, sino el estar más cerca de Machu Picchu, de sentirse inmerso en el corazón del Imperio Inca. De esta manera llegamos a Kasani y pasamos el arco de entrada al país incaico. Así después de hacer migraciones volvimos a subir al bus que nos estaba esperando ya del lado peruano y luego de algunas horas llegamos a nuestro primer destino dentro de este bello país; Puno.WELCOME TO PERUPuno es una ciudad hermosa, para mi gusto de las mas lindas del Perú, pequeña, colonial, ordenada, limpia, y con una calle peatonal repleta de bares y restaurantes para todos los gustos. Quizás lo que no tenga tan lindo es su vista del Lago Titicaca, al menos comparándolo con Copacabana en Bolivia. Aquí el agua es más turbia, debido a que la ciudad es mucho más grande y los deshechos que tiran no son tratados como deberían para que estas aguas servidas no contaminen ni ensucien las cristalinas aguas del lago. Por otro lado su costanera es un tanto más comercial, más portuaria que la de Copacabana que es mucho más virgen. Pero lo que si hay en este lado del lago es una comunidad de indios llamados Uros que todavía conservan muchos de sus principios de vida como hace miles de años atrás.

Lo que mas atrae de esta tribu es donde y como viven. Viven en el lago, dentro del lago, en islas flotantes de totora. La totora es una especie de junco, los Uros cortan sus raíces y estas forman gases que las hacen flotar. De esta manera construyen grandes islas flotantes sobre las cuales desarrollan todas sus actividades. Allí levantan sus chozas también de totora, cocinan con fuego, y pasan todos sus días. Son alrededor de 50 las islas en la actualidad, pero dependiendo la necesidad de cada familia, estas pueden subdividirse o unirse a otras. Suele ocurrir que haya conflictos entre dos familias que habitan la misma isla, por lo que la dividen y las separan trasladándose a otro lugar del lago. Su principal y único medio de transporte son las balsas de totoras, las cuales también son construidas por ellos. A pesar de que la principal actividad de los Uros siempre fue la pesca, hoy en día el turismo es tanto que de alguna forma, lo que no pudieron hacer los españoles con esta tribu, si lo hicieron los turistas, “colonizándolos” y haciendo que vivan casi plenamente del turismo. Las mujeres son expertas tejedoras, y artesanas y venden a los turistas sus manualidades. Los hombres por medio de un pago voluntario nos invitan a un paseo en balsa y los niños nos cautivan con sus cantos en diferentes idiomas.SOBRE TOTORASLo más insólito o extraño es caminar sobre las islas. La superficie esta literalmente flotando y donde las raíces de las totoras son menos densas, da la sensación de que uno se va a hundir y a ser “tragado” por el lago, pero nada de eso pasa. Caminar sobre totora flotante es una sensación única, que solo puede ser vivida en Puno.

Así luego de paseos en balsa e interactuar con una tribu autóctona, mezcla de Quechua y Aymara, volvimos a la peatonal para luego de comer algo y tomar nuestro primer “pisco sour” peruano (bebida preparada con pisco, limón, jarabe de goma, clara de huevo y amargo), solo pensar en descansar para al día siguiente si entrar al Cusco, el “Ombligo del Mundo”.


21 de septiembre de 2009

Cuanto Valen U$S 100?

Para llegar a la Isla del Sol, la más grande del Lago Titicaca, es necesario navegar en lancha desde Copacabana. Nosotros tomamos una para aproximadamente 40 personas, donde la mitad viajaban adentro y el resto afuera, en lo que seria el techo de la embarcación. Nosotros íbamos afuera, abrigados hasta las narices por un frío que se agravaba al introducirnos más en el lago. Entre toda la gente súper arropada, había un australiano en musculosa, shorts y ojotas. Un pasajero le ofreció una campera, y ahí fue cuando nos explico que había apostado U$S 100 con sus amigos a que llegaría a la Isla vestido de esa manera. Una apuesta exagerada… Yo por U$S 100 creo que hubiese ido nadando, jaja!! Mas pensando que con ese dinero podría vivir casi una semana en Bolivia. Así luego de poco más de una hora llegamos a la zona norte de la Isla del Sol.ISALA DEL SOLSegún la leyenda Inca, miles de años atrás nacieron en este lugar, los dos primeros Incas, Manco Kapac y Mama Okllo hijos del sol, y fueron ellos quienes crearon el imperio Inca, convirtiéndose así en la cuna incaica y el lugar donde se llevaban a cabo las ceremonias religiosas más importantes. Allí construyeron la Chincana, más conocida como “el laberinto”, donde no solo realizaban ceremonias religiosas, sino que también escondían el oro de posibles robos. Todas estas historias, construcciones y vestigios de un pasado incaico sin dudas abarcaba la atención de la mayoría de los turistas, pero en mi caso había otra cosa que hacia que apenas escuchase las explicaciones de los guías; el paisaje.

Por suerte el sol había salido, y al subir a la parte alta de la isla las postales eran increíbles. El lago tiene un color azul pleno que es difícil de encontrar en otro espejo de agua que no sea este sagrado lago a más de 3800 m.s.n.m. Si miramos hacia el oeste podemos ver en el horizonte la cordillera de los andes, y hacia el norte, aunque lejano… Perú. Así comenzamos a cruzar la Isla de norte a sur, para llegar a la comunidad de Yumani, donde pasaríamos la noche. La caminata fue mas que cansadora, pensando que venimos desde el puerto norte, subir hasta la cima y luego atravesarla nos llevo casi 5 hs, pero sin dudas el paisaje valio la pena.DE NORTE A SURYa en la zona sur nos hospedamos en Intiwat’a, atendido por su dueña; Sonia, una chola de 26 años, quien no solo atendía el hostel, sino también el restaurante y su pequeña tienda de ventas de souvenirs de la isla. Entre algunas charlas me contó que sus padres eran aymaras y que su madre la dio a luz en su casa en la isla misma donde no hay un hospital, un medico, ni mucho menos; solo curanderos y chamanes. Quise saber porque nadie la ayudaba en el hostal y me explico que tenía dos hermanas, pero que ellas eran “señoritas” y vivían en La Paz.¿Señoritas?” le pregunte, y un tanto avergonzada me contó que no eran como ella, que no continuaban con la tradición de su familia, sino que se vestían normal, no de chola y estudiaban en la universidad de La Paz. Ella sin embargo trabajaba felizmente en su hostal. Acomodaba las habitaciones, preparaba la comida, atendía el negocio. Todas las mañanas subía el agua al tanque a mano en baldes ya que no tenían bomba, luego limpiaba las habitaciones y cocinaba, y en invierno cuando hay menos flujo de turistas se dedica a tejer sus pulloveres e increíbles tapices para luego vender en el verano.

Mientras charlábamos paso el australiano a gastar los U$S 100 que había ganado en la apuesta. Compro unos guantes, unas medias y siguió camino. Que utópico como todo cambia según el lado que queramos observar. Sonia trabajando sola, haciendo cosas tanto de mujer como de hombre y cobrando Bs 15 (U$S 2,20) la noche, y el australiano ganando U$S 100 solo por aguantarse una hora y media de un poco de frío cuando en la Isla mas de uno de sus habitantes pagarían por no tenerlo en las heladas noches de invierno…

¿Cuanto valen entonces esos U$S 100? ¿Valen una noche en un hotel 5 estrellas o valen 45 noches de hospedaje en lo de Sonia? ¿Valen la hora y media de frío del australiano o las eternas y congelantes noches de invierno en la isla para sus habitantes más pobres? ¿Valen una estupida apuesta o la realidad de la pobreza mundial?

Ojala valiese U$S 100 pasar un rato de frío… Aunque no se si alcanzaría del dinero para pagar a los millones de personas que pasan frío en el mundo…


13 de septiembre de 2009

Conociendo a Wasquino

Los sábados y domingos son días de peregrinación y bendiciones en Copacabana. Cientos de bolivianos y peruanos atraviesan el estrecho de Tikina para llegar a su iglesia de más de 360 años, para recibir la bendición del cura, tanto a las personas como a los vehículos. Como hace siglos el Inca Mayor realizaba sacrificios en el Templo del Sol, hoy el sacerdote rocía con agua bendita a cuanta persona ande cerca. Pero un tanto más raro es ver “chayar” a un auto. Estos son decorados con coloridas guirnaldas y además recibir de la bendición del cura, sus dueños tiran cohetes, se sacan fotos y los rocían con cerveza. También suelen hacer buches y escupir al suelo como ofrenda a la Pachamama. Así luego de recibir mi bendición entre algunas personas, bajamos hacia el bonito puerto. COSTA DE COPACABANALuego de disfrutar de una exquisita trucha a la manteca, decidí ponerme a buscar a una persona que según lo que había leído aun estaba trabajando en las costas de Copacabana. No sabía su nombre, pero tenia un dato importante. Estaba buscando al botero que hace mas de 50 años había llevado al Che Guevara hasta la Isla del Sol a remo junto a su amigo Calica Ferrer.

-Ahhh!! Wasquino!! Claro, es aquel que esta arriba de aquel bote – me respondió uno de los boteros.

Así rápidamente me acerque al anciano.

- Disculpe, ¿usted es Wasquino?

- Claro, ¿quiere un paseo en bote? – me respondió.

- No no, quería saber si usted es quien lo llevo de paseo al Che Guevara cuando el estuvo aquí en uno de sus viajes.

Me miro un tanto confuso y pensativo y respondo:

- Ahhh siiii!!! Ernestito!!!

Era el. WASQUINOSu nombre era Pedro Condori, y ya con 79 años seguía trabajando de la misma manera que aquel día en el que en medio de una tormenta casi mueren regresando de noche desde la Isla del Sol. Le pedí una foto y mi felicidad era enorme. Suena un poco tonto, era solo un anciano que trabajaba como los demás y nadie lo diferenciaba entre otros, pero saludar a alguien que haya compartido algo en vida con el Che, me causo una sensación extraña.

Mientras intentaba imaginar como habría sido aquel viaje, aquel momento, Wasquino subió a su bote y se alejo en la inmensidad del lago con algunos turistas europeos. Turistas que sin darse cuenta fueron guiados de paseo por el lago Titicaca por el mismo hombre que hace mas de 50 años llevo al Che.





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